Industrias Alimenticias del Valle (IADV) fue distinguida y reconocida por el Gobierno Autónomo Municipal de Colcapirhua, con una Ordenanza municipal al mérito, asimismo fue reconocida en la categoría Mérito a la Producción en sesión de Honor del Concejo Municipal, del Gobierno Autónomo Municipal de Cochabamba, por sus 50 años de labor empresarial ininterrumpida.
La labor empresarial de IADV también fue reconocida por la Federación de Trabajadores Fabriles de Cochabamba, la corredora de seguros CONSESO y los Premios Maya 2023.
Fernando Vásquez, gerente general de IADV, destacó su profundo agradecimiento a cada uno de las instituciones por celebrar 50 años de Industrias Alimenticias Del Valle.
“Desde nuestros inicios en 1974, nuestra empresa ha estado comprometida con la producción de alimentos naturales y de la más alta calidad. A lo largo de estas cinco décadas, hemos crecido y superado innumerables retos, siempre con la mirada puesta en el desarrollo económico y social de nuestro país”, manifestó el gerente general.
Emocionado señaló “hoy recibimos con orgullo el reconocimiento Honorable Gobierno Autónomo Municipal de Cochabamba, del Honorable Gobierno Autónomo Municipal de Colcapirhua, de la Federación de Trabajadores Fabriles, de los Premios Maya y de parte de la empresa corredora de seguros Conseso”.
Indicó que “estos 50 años no habrían sido posibles sin la dedicación y sacrificio de muchas personas, y quiero agradecer a todos, especialmente a nuestros trabajadores, que con su esfuerzo diario hacen que cada producto que sale de nuestras instalaciones, de Industrias Alimenticias Del Valle, lleve el sello de calidad y compromiso que nos caracteriza”.
Reseña histórica de Industrias Alimenticias Del Valle
Industrias Alimenticias del Valle SRL se fundó el 21 de agosto de 1974, en Cochabamba, por Jorge Vásquez Alarcón (+), junto a su esposa Elsa Chávez Tardío, quienes sacaron adelante a la empresa familiar con el apoyo de sus hijos Roberto, Ricardo, Rosario, Marcelo, Jorge, Fernando y Eduardo.
IADV comenzó su producción con diferentes presentaciones de piña elaborada y enlatada para la exportación a la Argentina. La primera producción se perdió por inclemencias del clima en la región del trópico. Sin embargo, el espíritu de una familia de emprendedores perseveró.
A fines de los años 70 e inicios de los 80, produjo enlatados de frutas al jugo (frutilla, piña), choclo, chorizos, y saice. Su cliente más importante fue la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL).
Luego de la crisis económica de 1985, COMIBOL dejó de comprar a IADV, por lo que los gerentes idearon el gran proyecto de industrializar las frutas de los valles cochabambinos.
Después de varios experimentos en laboratorio, Marcelo Vásquez, creó y produjo jugos de sabores genuinos de tumbo, tamarindo y maracuyá, embotellados en la famosa botella de vidrio color ámbar de 1 litro.
Luego se produjo néctares de guinda, manzana, durazno, piña, y guayaba.
Otros productos de IADV son mermeladas de guinda, frutilla, naranja, durazno, guayaba, naranja. Salsa de tomate para pastas. Kétchup con y sin picante, carne de membrillo y sopas deshidratadas preelaboradas.
Vásquez destacó que “los agricultores y campesinos de los campos de la Llajta fueron, en el pasado, y ahora en el presente los aliados estratégicos de la empresa, ellos siembran y cosechan las frutas más seleccionadas que es la materia prima para nuestros productos»
Aseguró que «la calidad de vida de miles de familias agropecuarias mejoró en un trabajo mancomunado ya que generamos empleos directos e indirectos dignos para todos y cada uno de ellos”.
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