La compañía cervecera Cervecería Boliviana Nacional (CBN) ha invertido 18,5 millones de dólares en siete plantas de tratamiento de efluentes. El agua que sale de sus instalaciones es apta para el riego de las comunidades campesinas.
La Cervecería tiene un firme compromiso con la economía circular y la protección del medio ambiente. Por esta razón, ha invertido 18 millones y medio de dólares en instalar siete Plantas de Tratamiento de Efluentes (PTE), para garantizar que el agua que sale de las fábricas, luego del proceso de elaboración de cervezas y otras bebidas, pueda reutilizarse en el riego de los cultivos de las comunidades circundantes.
“Este sistema de tratamiento natural, que se rige a los parámetros del Reglamento Ambiental del Sector Industrial Manufacturero (RASIM), y se ha complementado con tecnología de punta, ha logrado una convivencia entre la naturaleza, la producción sostenible y el apoyo a las comunidades vecinas de nuestras plantas industriales”, explica el director de Asuntos Corporativos de CBN, Ibo Blazicevic.
Las plantas de tratamiento permiten purificar el agua excedente del proceso de elaboración de cerveza y gaseosas para destinarlo al riego de cultivos y producción de abono. Los principales beneficiarios son las comunidades aledañas a las instalaciones de CBN dedicadas al riego de flores, hortalizas, granos y crianza de animales.
En las proximidades a la planta de Taquiña, en el departamento de Cochabamba, el agua para el riego inteligente ha permitido la instalación de un vivero comunitario donde, además, se cultivan plantines destinados a reforestar el Parque Tunari.
La compañía cervecera cuenta con plantas de tratamiento de efluentes en La Paz, Santa Cruz, Taquiña, Huari, Tarija, El Alto y Sacaba.
“CBN es uno de los pioneros en implementar tecnología en las PTE a nivel nacional y siempre estamos a la vanguardia en el cumplimiento de los límites normativos”, destacó Blazicevic.
Agua para Huari
En esta labor de aportar al uso sostenible del agua, la CBN también ha construido cuatro estanques de agua para un igual número de comunidades campesinas en el municipio de Huari, en el departamento de Oruro, donde tiene instalada una fábrica.
Cada uno de los estanques tiene una capacidad de 300,000 litros y se complementa con 500 metros de tuberías para microriego. Las comunidades beneficiadas son: Sullca, Yucasa, Mallcoca y Chaguara.
Agua Somos de CBN
La empresa también ha lanzado el año pasado su primer producto concebido desde su origen con un fin humanitario: Agua Somos. La iniciativa busca generar la solidaridad de la población boliviana, ya que, por cada dos litros vendidos del producto, ya sea en botellas de dos litros o el equivalente en botellas de quinientos mililitros, CBN donará un boliviano a la Fundación Avina para apoyar el Programa de Acceso al Agua, que trabaja mejorando la calidad de vida de comunidades vulnerables de varios puntos del país.
“Apostamos por un futuro sostenible, donde el agua, uno de los recursos más valiosos de este planeta, sea protegido por todos y que todos tengan acceso a ella”, concluyó el ejecutivo de CBN.
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