Durante el primer trimestre de 2022 se realizó la campaña de tratamiento de cardiopatías congénitas en el Hospital Belga que permitió en forma gratuita a 19 niños de toda Bolivia reciban un cateterismo terapéutico como tratamiento de su cardiopatía congénita. Ellos tienen ahora corazones nuevos.
La actividad fue auspiciada por la Fundación Gift of Life dependiente de la Fundación Rotaria, la organización global más importante de ayuda a los niños cardiópatas, que financia actividades en todo el mundo y ahora ha focalizado su ayuda en Bolivia.
El nexo de Bolivia con la Fundación Gift of Life se da a través del Rotary Club La Paz Sur en coordinación con el Rotary Club Meet The New Jersey, Estados Unidos que trabaja ayudando a los niños cardiópatas por más de 20 años, primero enviando niños a recibir tratamiento en Estados Unidos, y ahora promoviendo las visitas de su personal gracias en las que muchos niños reciben ayuda.
Al mismo tiempo que los centros visitados, como el Hospital Belga, se nutren de nuevos conocimientos técnicas y cooperación.
Uno de los profesionales cardiólogos que estuvo al frente de esta misión fue el doctor boliviano norteamericano Abraham Rothman, quien se declara a sí mismo como un fanático del fútbol, especialmente del club Aurora, además de amante de la comida cochala, decidió realizar esta misión además de otras con la intención de promover el conocimiento para el tratamiento de las cardiopatías congénitas y al mismo tiempo proporcionar el alivio respectivo tanto a los niños con estos problemas como a sus familias.
Él llegó con los doctores Dusty Mangus y Luis Gruberg, quienes junto a los cardiólogos bolivianos, les dieron corazones nuevos a los niños que, por las cardiopatías congénitas, no tenían altas tasas de sobrevivencia.
Abraham Rothman obtuvo su título en la Universidad de California, San Diego. Completó la residencia en el Centro Médico de la Universidad de California en San Diego y luego se desempeñó como becario de cardiología pediátrica en el Children’s Hospital en Boston, Massachusetts. Se unió al Children’s Heart Center en septiembre de 2003 después de una afiliación por 14 años con la Universidad de California, San Diego, donde fue Jefe de la División de Cardiología Pediátrica. Está certificado como Pediatra y en Cardiología Pediátrica y es un intervencionista cardíaco pediátrico aclamado en los Estados Unidos y un investigador de ciencias básicas ampliamente publicado.
A esta actividad se sumó la Fundación Herzverein que se ocupa del tratamiento de cardiopatías congénitas en Bolivia, financiando cirugías y cateterismo a niños y jóvenes desde 2005, dando corazones nuevos desde hace 17años.
Hospital Belga para corazones nuevos
El Hospital Belga como parte de su programa de responsabilidad social se unió a estas organizaciones humanitarias como centro de referencia en Bolivia, desde hace casi medio siglo, para cardiopatías congénitas en niños y adultos. Está sinergia permitió que las intervenciones para los corazones nuevos se haya caracterizado por una alta calidad en la atención de los pacientes y sus familiares quienes fueron asistidos por todo el personal del Hospital Belga habiendo logrado éxito en todos los objetivos trazados.
Las cardiopatías son el problema de nacimiento más frecuente. Se calcula que entre 2.500 a 5.000 niños bolivianos nacen con un problema congénito del corazón; estas enfermedades son mortales sin tratamiento por lo que se constituye en un área crítica y sensible de tratamiento.
En la ocasión19 niños fueron tratados y fueron 19 los que recibieron corazones nuevos. Muchos de ellos no podían acceder a su terapia especialmente por motivos económicos. La mayoría provino de Cochabamba pero también llegaron de La Paz, Santa Cruz, Tarija, Potosí y un grupo numeroso y muy bien organizado desde Pando.
Todas las instituciones involucradas hicieron un llamado a las autoridades y a la comunidad para prestar atención a esta población vulnerable y que puedan comprometer su labor a beneficio de ella.
Corazones nuevos gracias a un invento boliviano
El boliviano Franz Freudenthal ha desarrollado una exitosa carrera como médico y creador de un innovador dispositivo para tratar cardiopatías congénitas. Aunque en numerosas ocasiones ha recibido premios y reconocimiento, quizás el de 2016 fue el más importante: fue invitado a dar una exposición TED, realizada en Vancouver, Canadá, tras las cual fue ovacionado de pie.
Entre quienes subieron al escenario para felicitarlo estaban la actriz Meg Ryan y Linus Torvalds, creador del sistema informático Linux y en el público estaban ejecutivos de la Fundación Gates, de la empresa Google, de universidades y otras compañías internacionales.
Freudenthal es creador de un dispositivo que cura cardiopatías congénitas, especialmente una que ocasiona que el corazón tenga un “agujero”, que debe ser “tapado”. Si el recién nacido no es operado en sus primeros meses de vida, fallecerá.
El invento de Freudenthal es una especie de “tejido” que se ingresa mediante un catéter y se adapta “por sí solo” en la arteria y no es necesario hacer una operación a corazón abierto como se hacía antes.
El dispositivo creado por el médico se fabrica en Bolivia y, bajo licencia, en otros países. Tiene autorización de “venta libre” en EEUU, Alemania y otros 100 países del mundo.
En Bolivia, la fábrica de Freudenthal elabora 3.000 aparatos al año y él espera lograr apoyo financiero para poder distribuir por lo menos la mitad de su producción de manera gratuita.
En Bolivia ha operado a cientos de niños, de manera gratuita, usando su técnica. Freudenthal es ganador del premio “Innovadores de América” en la categoría Ciencia y Tecnología por haber desarrollado el aparato, que ha ayudado a salvar a más de 50.000 niños en todo el mundo. El premio es organizado por el BID y CAF y Freudenthal ganó entre 846 candidaturas.
Para fabricar esos dispositivos se utiliza un “metal inteligente” desarrollado por militares en EEUU, llamado nitinol, y crea con los diminutos implantes, tan sofisticados que sólo pueden ser fabricados a mano, uno por uno.
Rothman, junto al equipo de médicos bolivianos y norteamericanos, usó el dispositivo de Freudenthal en los 19 corazones enfermos, y dijo que este dispositivo no tiene nada que envidiar a otros que se fabrican fuera de Bolivia, mostrando su satisfacción por la sinergia lograda no sólo con este invento, sino con las instalaciones del Hospital Belga y su cálido y profesional personal de cardiólogos, enfermeras y pediatras que pudieron lograr la ansiada meta de dotar de corazones nuevos a los 19 niños.
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