41 neonatos, lactantes y niños bolivianos, recibieron, de forma experimental el dispositivo llamad «Leandro», logrando un éxito en su aplicación.
Esta idea nació el 27 de agosto del año 2020 en la ciudad de La Paz, durante la cuarentena rígida implantada por el Gobierno Nacional a causa de la pandemia del COVID-19. Una profesional de enfermería Aida Lanza Morales, observó a un recién nacido llamado Leandro que tenía en la boca un chupón de distracción sin que este se desplace o le cause molestia alguna.
De ahí nació la idea de utilizar un chupón de distracción como medio para fijar el tubo orotraqueal. Un tubo orotraqueal se usa para introducir en la tráquea a través del orificio de la garganta un tubo cuyo extremo superior sale por la boca (intubación orotraqueal) o por una narina (intubación nasotraqueal). Este procedimiento asegura la libertad y hermeticidad de las vías aéreas y permite la ventilación mecánica.
Aida Lanza y su equipo hicieron una primera prueba usando un chupón al que se le hicieron un pequeño orificio en la punta por donde atravesaron un tubo orotraqueal número3 utilizado en recién nacidos.
Lanza refiere que existen gran variedad de métodos de fijación para los tubos endotraqueales (TET) que se usan en cada unidad de cuidados intensivos e incluso diferentes métodos utilizados por profesionales dentro una misma Institución.
Pero decidieron optar por este método experimental porque la intubación en niños en Bolivia tiene sus riesgos, como el daño en la piel de los recién nacidos, o que se quiten accidentalmente el tubo y lleguen a quedarse sin oxígeno.
«Buscamos que la intubación endotraqueal sea más efectiva buscando reducir el riesgo de daño en la piel del niño, porque en las Unidades de Cuidados Intensivos neonatales y pediátricos no se cuenta con un dispositivo que ayude con el proceso de fijación y sujeción del tubo endotraqueal. En este sentido el proyecto pretende dar opciones de un dispositivo que sea diseñado y probado en niños a partir de una prueba piloto que será sujeta a una evaluación minuciosa por expertos para darle un uso posterior en hospitales de tercer nivel», remarca la investigadora.
Complementa «por eso proponemos un método alternativo consistente con la utilización de un chupón de distracción por el que atraviesa el TET, que se sujeta al rostro del niño mediante dos aletas que a su vez llevan, en los orificios distales, electrodos que se fijan a la región malar del rostro, evitando así lesiones en la piel, deslizamiento del tubo o extubacion accidental».
Dispositivo creado en Bolivia para recién nacidos
A partir de una primera reunión en febrero del año 2021 se dio inicio, con el primer prototipo, a la prueba piloto en el Hospital de la Mujer (La Paz) y el 14 de Febrero del mismo año se colocó el primer dispositivo a un neonato a partir de ese evento se continua con la prueba en el Hospital del Niño “Dr. Ovidio Aliaga Uria”.
Posteriormente se incorporó en el hospital del Norte (El Alto) en la unidad de cuidados Intensivos Neonatales y en el Hospital del Niño Manuel Ascencio Villarroel (Cochabamba)
El objetivo de utilizar un chupón para fijar los tubos endotraqueales, en lugar de usar los métodos tradicionales, es estimular la succión, deglución, disminuir la acumulación de secreciones, aliviar el estrés, evitar las lesiones de la piel circundante a la boca. Que sea fácil de colocar, evitar el desplazamiento del tubo, la intubación accidental y que se optimice el trabajo de enfermería.
Lanza Morales manifiesta que «no hay evidencia científica suficiente para determinar qué sistema de fijación de TET es más eficiente aunque parece que los sistemas comerciales son superiores en cuanto a disminución de los desplazamiento del tubo endotraqueal y no existe un método ideal de fijación del TET puesto que está condicionado por la propia experiencia de las profesionales que trabajen en las unidades de cuidados intensivos».
Rememora que esta situación motivó a una enfermera a crear un dispositivo para fijar el TET mediante la observación del bebé Leandro, internado en una unidad de cuidados intensivos, al que se lé colocó en la boca un chupón de distracción sin escudo.
Así nació la idea de utilizar el chupón como parte del proceso de intubación endotraqueal y fijación del tubo mediante un sistema que consiste en dos aletas de plástico flexible unidos a un conector que tiene un orificio lo mismo que el chupón a través de los cuales pasa el TET hacia la tráquea. Las alas son adheridas a la región malar previa limpieza de la piel mediante dos electrodos.
El diseño de las alas, que sirven para fijar el tubo orotraqueal, fue concertado en grupo tanto con las profesionales de enfermería que fueron incorporadas al proyecto como a los Ingenieros en Biomedicina.
Finaliza, en esta exclusiva para VALOR AGREGADO, que el impacto económico que tendrá, teniendo en cuenta un análisis de costos, para que esté al alcance de cualquier centro hospitalario que requiera dichos dispositivos asistenciales dado que no existe ninguno en el medio, será muy alto, no sólo para Bolivia sino para cualquier país sudamericano que desee contar con este dispositivo.
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