La economía boliviana sufre, en gran medida, el impacto de la pandemia y las iniciativas para contenerla parecen muy limitadas. El Banco Mundial empeoró sus proyecciones de crecimiento para Bolivia en 2020, y si en junio de 2020 calculó un crecimiento de -5,9% (contracción), para fines de 2020 ahondó el panorama de crisis hasta -7,3%. El más reciente reporte del FMI pronosticó una contracción económica del PIB de -2,9% para Bolivia en 2020, menor a la aguda caída que experimentaría Latinoamérica de -5,2%.
A fines de 2020, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en su último informe Estudio Económico 2020, calculó para Bolivia un crecimiento de -5,2%, y para América Latina -9,1%. Se trata de una situación suficientemente severa como para desencadenar una recesión prolongada, que podría echar abajo los avances de reducción de pobreza y desigualdad de varios años y sumergir a la economía boliviana en un círculo de bajo crecimiento (o decrecimiento), de aumento de la pobreza, alta conflictividad social y riesgos de ingobernabilidad.
En la situación boliviana confluyen factores complejos como el déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos, desequilibrios fiscales, pérdida de reservas internacionales, incremento de la deuda pública y caída de la competitividad externa. Sin embargo, en perspectiva, algunos de estos indicadores macroeconómicos repuntarán este año 2021.
Reservas Internacionales Netas
A fines de febrero de 2021 las Reservas Internacionales Netas (RIN) de Bolivia alcanzaron la suma de 4.890 millones de dólares; esto significa un 12,8% del Producto Interno Bruto (PIB), es el nivel más bajo de los últimos años.
Sin embargo, el Banco Central de Bolivia (BCB) afirma que, pese a este descenso, el nivel de las Reservas Internacionales Netas (RIN) alcanza para cubrir más de siete meses de importación de bienes y servicios, y se augura una recuperación en los siguientes meses. El BCB, también subraya que las RIN cubren seis veces los pasivos de deuda externa de corto plazo. El BCB aseguró que la perspectiva para los próximos meses es de un incremento, fortalecimiento y recuperación sostenida de las RIN. Esto se explicaría por la mejora y los superávits de balanza comercial, el mayor flujo de remesas del exterior y las transferencias netas del exterior.
El Banco Central de Bolivia (BCB) destaca que para la recuperación de las Reservas Internacionales Netas (RIN) se prevé también las perspectivas positivas que se tienen sobre la evolución de la economía boliviana este año.
Balanza comercial
Con la gestión 2020, Bolivia registra por sexto año consecutivo un déficit en la balanza comercial. El déficit en la gestión anterior fue de 65 millones de dólares, un 92% menor al déficit de 2019, señala el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Las exportaciones bolivianas se redujeron en más de 1.900 millones de dólares respecto al 2019, mientras que las importaciones bajaron 2.705 millones. Los principales mercados para las exportaciones bolivianas fueron Brasil (con una participación del 16%), Argentina (15%) e India (10%), mientras que los principales proveedores fueron China (con el 22% de participación), Brasil (17%) y Argentina (10%), durante el 2020.
El mayor superávit comercial bilateral se registró con India por un valor de 533 millones de dólares, en tanto que el principal déficit comercial bilateral fue con China de 1.222 millones de dólares.
Sin embargo, a signos de recuperación de la economía boliviana: en febrero de 2021 la inflación acumulada llegó a 0,63%, señal de una reanimación tenue e incipiente de la demanda de bienes y servicios. La cotización de los principales commodities de exportación de Bolivia en enero de 2021 registraron tendencia al alza. Una mayor cotización de los commodities en el mercado internacional coadyuva a mejorar la posición comercial en balanza de pagos, esto es, saldo positivo en balanza comercial.
El superávit comercial a enero de 2021 llegó a 136 millones de dólares, superior al superávit comercial a enero de 2020 que fue de 8 millones de dólares. La tasa de desempleo abierta bajó a 8,58% a noviembre de 2020, cuando en julio de 2020 se situó en 11,56%. En enero de 2021 abrieron (inscribieron) su matrícula de comercio en Fundempresa 44 empresas en promedio por día, en cambio cerraron 6,8 empresas promedio por día.
Desempleo
En Bolivia, de acuerdo a la Encuesta Continua de Empleo (ECE) del INE durante la pandemia, la población cesante e inactiva afectada por la cuarentena fue de 698.000 personas, de las cuales el 53,3% son mujeres y el 46,7%, hombres.
Según grupo de edad, de acuerdo a estas encuestas, las personas de 18 a 23 años que perdieron su trabajo son 41.000 y las inactivas son 98.000. En este sentido, entre abril y julio alrededor de 434.000 personas comenzaron a buscar trabajo.
El año 2020 se triplicó el desempleo en Bolivia a causa de la pandemia del coronavirus, alcanzando una tasa de 11,6%. “12 de cada 100 bolivianos en el área urbana no tienen trabajo”. El desempleo en Bolivia afecta al 21% de la Población Económicamente Activa (PEA) y al 15,2% de la población mayor de 18 años de edad, según resultados de una encuesta multimodal levantada en diciembre pasado por el Centro de Estudios de Realidad Económica y Social (CERES).
Osvaldo Gutiérrez y Michael Salazar
Sin embargo, de acuerdo al (INE) en el mes de enero de 2021 la tasa de desocupación llegó al 9,67%. La cifra es menor a la registrada en el pico más alto de la pandemia, junio de 2020, cuando la tasa fue del 11,56%. Hasta antes de la emergencia sanitaria, el indicador llegó al 5,15%.
Gasto fiscal
El déficit fiscal del país cerró el año pasado año 2020 en 12%. En un último informe de Moody’s, la calificadora internacional, proyectó que Bolivia tendría un déficit fiscal del 13% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2020, como consecuencia de la desaceleración de la economía y los efectos negativos de la pandemia del coronavirus en el país.
El Gobierno boliviano proyecta un déficit del sector público en 9,7% para la gestión 2021, según el Programa Fiscal Financiero, el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas y el Banco Central de Bolivia (BCB). Así, Bolivia ingresa a su octavo año de déficit fiscal. El desbalance se da desde 2014.
En ese contexto, el Gobierno, subraya que buscará reducir ese porcentaje a un dígito para lo cual, en el Presupuesto General del Estado (PGE) de esta gestión, se aplicó una reducción de los gastos administrativos del 30%. El gobierno se basa además en el incremento de exportaciones a la Argentina, en el aumento de la recaudación tributaria y la inversión pública. Se considera que esos son elementos que van a coadyuvar al erario nacional y van a posibilitar ir equilibrando el déficit fiscal.
Perspectivas para la economía boliviana
Según varios organismos internacionales, se prevé una recuperación de la economía este año 2021. El Banco Mundial proyecta un 3,9% de crecimiento para Bolivia en 2021, dos décimas por encima del promedio de Latinoamérica y el Caribe.
La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) proyecta un crecimiento 5,1% del PIB, uno de los más altos de la región. El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó un crecimiento de 5,6% para Bolivia. El gobierno boliviano proyecta una tasa de crecimiento del PIB de 4,8% impulsado por la inversión pública, las medidas económicas orientadas a dinamizar el mercado interno y la inversión privada.
Se estima que en 2021 será un año con mejores condiciones para retomar el crecimiento económico, siempre y cuando el contexto internacional no cambie y no se tengan mayores efectos negativos producto del rebrote de la pandemia del COVID-19.
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