Lucy Ávila es profesora de piano de profesión, pero se la considera como la mamá de la publicidad moderna en Cochabamba debido a su innovación en esta área, especialmente por la edición de su suplemento culinario Platos & Buen Gusto.
Lucy Ávila Auzza fue profesora de música en el conservatorio Man Césped entre 1962 a 1980, allí impartió clases de teoría de la música y clases de piano. Ella estudió en la Normal para profesores, de la capital de Bolivia, Sucre. Se casó en 1967 y tiene cuatro hijos.
Se considera una especie de Pecos Bill, el mítico cowboy norteamericano multitareas. Ávila se ve así, porque siendo profesora, ama de casa, y mamá, estuvo al frente de la Legión de Lucha contra el Cáncer como su primera presidenta. Hizo esta liga debido a que su ex esposo, Raúl Paz Soldán Diez de Medina, era ginecólogo oncólogo, y a raíz de una visita de eminentes médicos bolivianos residentes en Chicago, junto con sus esposas, se le ocurrió organizar un grupo al que se adhirieron muchas voluntarias, para trabajar en la lucha contra el cáncer.
Luego, relata, entró a trabajar a la agencia de publicidad Unitrof, a la cabeza de Guido Méndez. Trabajó allí a invitación del reconocido periodista Ramiro Méndez quien vio en ella su gran conocimiento de muchas personas y posibles contactos comerciales, es decir de lo que hoy se conoce como capital social.
«Todos los empresarios nos conocíamos y teníamos contactos Ahí estaba Jacobo Lichtenfeld, de la QUIMBOL, Gonzalo Canelas de Los Tiempos y Hernán Rivera de la empresa IMBA», rememora Lucy Ávila.
Prosigue y cuenta que «en los años 80, del pasado siglo 20, me llamaron para trabajar en esa agencia, justo en esa época me estaba divorciando, así que decidí entrar a trabajar a esa agencia de publicidad fui la ejecutiva de cuentas y también supervisaba el trabajo de la productora audiovisual llamada Pachamama producciones».
«Allí aprendí respecto a la oferta comercial publicitaria para hacer spots y luego vendérselos a los clientes; estuve con producciones y cuentas grandes como la de la cerveza Taquiña, o de los zapatos Manaco», indica.
Los albores de Lucy Ávila al frente de su agencia de publicidad
Con el paso de los años y junto con Ramiro Méndez se retiraron de Unitrof y apareció en mi camino – relata Lucía Ávila – Elizabeth Claros, con ella fundamos una agencia de publicidad que llamamos Íccom.
Desde esta agencia emitieron la primera TV guía, única en su género en la ciudad de Cochabamba, que mostraba la programación de los canales locales.
Lucy Ávila se considera como la primera empresa de publicidad hecha y dirigida por mujeres «fuimos pioneras en el área», remarca.
Al mismo tiempo, continúa con su recuerdo, seguía con la Liga de la Lucha contra el Cáncer y tuve que dejarla porque creció mi universo de clientes. Era la única que hacía publicidad en la televisión con la producción de spots porque Unitrof se fue y yo ocupé ese espacio que quedó vacío.
En 1993 cambió el giro de la publicidad y decidió publicar una revista gastronómica, fundando una guía que se llamó Platos & Buen Gusto que se editó hasta el año 2006. Fueron 15 años en los que cada semana salía este suplemento junto con la edición del periódico Los Tiempos.
Lucy Ávila se considera a sí misma como una escritora gastronómica, porque ella no recopilaba las recetas, las ponía a prueba junto con un equipo de chefs, especialmente del Instituto Infocal, con los que trabajaba codo a codo.
«Aprendí a redactar una receta, desde la compra de los ingredientes, la preparación, hasta obtener el resultado final», manifiesta Lucy Ávila.
«Mucha gente me ha dicho que ha aprendido a cocinar Gracias a mi revista, posteriormente junto con todas estas recetas, que deben ser miles de ellas, decidí editar un libro, que se trató de una compilación de Platos & Buen Gusto. Se trata de cinco libros, cada uno de 300 páginas, y una agenda de cocina con recetas para cada mes. Uno de ellos Ha ganado el segundo premio en el concurso Gourmand World CookBook Awards 2009«.
Recuerda que trabajaba de lunes a lunes, especialmente los sábados y domingos, porque tenía que entregar el día lunes todo el material al periódico Los Tiempos. En esa época no se podía hablar de diseño, o de diseñadores gráficos, así que entregaba casi todo a mano. Posteriormente con los años, y con el crecimiento de mi empresa, y el avance de la tecnología, contrató a un equipo. Llegaron a ser cerca a diez personas, que se dedicaron al área comercial, al área contable, y especialmente al área de diseño gráfico.
«Gracias a Platos & Buen Gusto el periódico Los Tiempos podía considerar que el día jueves era el día en que más ejemplares se vendía» prosigue, y lograba conseguir muchísimos anuncios publicitarios. Eso llamó la atención a algunas personas en la Editorial Canelas, dueña del periódico Los Tiempos, y comenzó una especie de mal juego, por lo que en 2006 decidieron hacer su propio suplemento de cocina, que duró muy poco tiempo, en manos de la editorial y yo salí fuera de ese esquema».
El paso posterior fue la edición de sus libros. «Mis libros, están en casi todos los hogares bolivianos. Todos los días alguien me va a recordar porque Lucy Ávila estará entre las ollas y los almuerzos o las cenas de las familias bolivianas. Abres el libro y ahí está todo. Pienso que he aportado bastante y soy privilegiada por introducir el arte de cocinar y el buen gusto en los hogares bolivianos».
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