Efectivamente, no leíste mal el título, la PANDEMIA ha demostrado que puede ser la manera más fácil de terminar con tus aspiraciones políticas, también puede terminar con tu gestión en el puesto público al cual accediste por las urnas; o puede hacer que se te beneficie con el voto castigo a una mala gestión previa.
Desde ese postulado y, el Marketing político no solo recomienda tener una estrategia para lograr una elección efectiva, sino también para que puedas mantener la preferencia del electorado de la mejor manera posible en tu gestión, con miras a crecer dentro del ámbito político.
Sin lugar a dudas la gestión que viene realizando el gobierno del MAS encabezado por Luis Arce Catacora ha demostrado en estos 100 días pasados, que su estrategia es la que se vino utilizando hace 14 años, de apostar por realizar acciones polémicas, por decirlo de una manera conservadora.
¿Qué puede suceder si seguimos en esta estrategia? En un análisis netamente financiero y de estabilidad económica, lo más probable es que se ahonde aún más la desaceleración de la economía, lo que nos llevará a un proceso de deterioro de las empresas generadoras de trabajo estable y engrosará el número de desempleados, lo que generará un gran ejército de personas con muchas exigencias sociales y económicas, que se pueden convertir en un gran e incontrolable problema social.
Adecuado manejo de la pandemia como factor clave para ganar no solo una elección
Adicionalmente está el tema de la VACUNACION, que es un tema netamente de salud pública que se ha visto complicado porque se han implementado todas las acciones con una visión política, pero esto se está presentando en todas partes del mundo, no solo en Bolivia. Aunque es innegable que esta campaña de inmunización debe ser realizada a la brevedad posible, ya que asegura la vuelta a una “normalidad” que nos permita trabajar y mover la economía con más libertad, logrando así la tan ansiada reactivación.
Desde un punto de vista netamente estratégico, flaco favor les está haciendo el gobierno central a sus candidatos a alcaldías y gobernaciones, ya que ha demostrado, con una serie de acciones prepotentes, que han sido puestas en práctica estos últimos días, que la lógica de la confrontación y el abuso a las leyes está presente en las políticas de estado y han de ser puestas en marcha por el partido gobernante, en alcaldías y gobernaciones.
Estos hechos que alertan a la población que ya ha vivido situaciones por demás traumáticas justamente derivadas de este tipo de prácticas y, que, si bien no está dispuesta a repetir las medidas extremas, tampoco va a votar por autoridades sub nacionales que sean seguidoras de dichas políticas desatinadas.
Medidas económicas post pademia, un camino seguro a la gobernabilidad
El mundo entero está trabajando para lograr una reactivación económica porque no habíamos vivido un evento similar a este desde hace más de 80 años, cuando el mundo se vio sacudido por la Segunda Guerra Mundial. De acuerdo al análisis de economistas como El premio Nobel Joseph Stiglitz o la economista italiana Mariana Mazzucato, existe una triple crisis:
- Una crisis de salud inducida por una pandemia.
- Una crisis económica con consecuencias aún desconocidas.
- Una crisis climática que no puede ser abordada con la lógica de seguir haciendo «negocios como siempre» con el riesgo de profundizarla.
De este análisis, no puede y no debe abstraerse el gobierno boliviano, es el momento de empezar a pensar en políticas y estrategias libres de cálculos políticos, porque es muy probable, que, de continuar por este camino, no existirá un Estado Boliviano que gobernar.
Como nunca en la historia de Bolivia, estamos frente a encrucijada de ver si somos un estado viable o un estado fallido; si somos un pueblo capaz de unirse o definitivamente debemos reconocer que somos dos o más «Bolivias», que no pueden convivir juntas. Creo que los acontecimientos del 2019 han demostrado que la población desea vivir con estabilidad, justicia y paz, lo que le permita poder desarrollar sus actividades particulares y así sacar adelante a su familia y al país.
Por lo tanto, el mensaje claro y fuerte que debe llegar a los gobernantes, candidatos y políticos en general es, que si no se ocupan de la PANDEMIA y sus consecuencias de manera estructural, profesional y humana es, muy probable que ninguno de ellos reciba nunca más el voto popular.
Recalcar que la pandemia y su gestión puede ser, no solo la mejor inversión humanitaria de un gobierno sino también la que mayor rédito político puede traer a una gestión o a un candidato, pero deben ser hechos no discursos, porque de discursos la humanidad entera está cansada.
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