76 Mujeres de Arani se certifican como plomeras, y rompen esquemas de género.
76 mujeres del municipio de Arani han culminado exitosamente su formación como plomeras certificadas, marcando un hito en la promoción del empleo femenino en el sector técnico de agua y saneamiento. Esta iniciativa, impulsada por Water For People Bolivia junto al Fondo Canadiense para Iniciativas Locales (FCLI) y Hábitat para la Humanidad Bolivia, busca cerrar la brecha de género en áreas rurales y fortalecer la independencia económica de las mujeres.
En América Latina, solo el 19,7% de los puestos en gestión del agua y saneamiento están ocupados por mujeres, a pesar de su papel clave en la gestión doméstica del recurso. En Bolivia, esta desigualdad se acentúa en zonas rurales, donde las mujeres invierten gran parte de su tiempo en tareas relacionadas con el agua, limitando su desarrollo profesional.
El Programa de Empoderamiento e Independencia Económica para Mujeres Plomeras en el Área Rural ofreció a las participantes una formación intensiva de 315 horas, incluyendo módulos de fontanería, liderazgo, equidad de género y gestión comercial. Esta preparación técnica, avalada por la Fundación Infocal, les otorga una certificación oficial que abre la puerta a nuevas oportunidades laborales en un sector históricamente masculino.
“El objetivo no solo fue capacitar técnicamente, sino también empoderarlas para insertarse en la economía local con confianza y autonomía”, afirmaron desde la organización. Las recién graduadas ahora podrán desempeñar roles activos en la instalación y mantenimiento de sistemas de agua en sus comunidades, aportando no solo a su propio desarrollo, sino también a la sostenibilidad de los servicios básicos en el Valle Alto de Cochabamba.

La ceremonia de graduación se celebró el 14 de marzo en la Parroquia San Bartolomé de Arani, con la presencia de autoridades locales, representantes institucionales y familiares. Más que un acto simbólico, este evento reconoció el compromiso de las mujeres que decidieron cambiar su destino con herramientas, capacitación y coraje.
Con estas nuevas plomeras en acción, se espera que más mujeres vean en los oficios técnicos una vía legítima para alcanzar autonomía económica y transformar sus comunidades desde la base.

La formación técnica —avalada por la Fundación Infocal— incluyó 315 horas de capacitación en fontanería, liderazgo, equidad de género y gerencia comercial, perfilando a estas nuevas profesionales no solo como operarias técnicas, sino como potenciales microempresarias capaces de ofrecer servicios en sus comunidades y más allá.
En términos económicos, esta incorporación de mano de obra calificada femenina apunta a:
- Reducir la informalidad laboral en el sector rural, mediante certificación oficial.
- Incrementar ingresos familiares, al abrir nuevas fuentes de empleo directo e independiente.
- Estimular economías locales, al ofrecer servicios de mantenimiento e instalación en contextos de alta demanda y baja oferta profesional.
“Este tipo de iniciativas no solo empoderan, también generan cadenas de valor en el ámbito técnico-productivo, fortaleciendo las bases económicas de zonas rurales”, explicó uno de los representantes del programa. La formación se convierte así en una herramienta de inclusión financiera y generación de riqueza local.
El ingreso anual estimado de las 76 plomeras equivale a más de cuatro veces el presupuesto promedio de inversión directa de un municipio rural en Bolivia para servicios básicos.
La graduación de estas 76 plomeras no solo rompe paradigmas sociales, inyecta más de 2 millones de bolivianos al año a la economía rural de Arani. Esta experiencia es un ejemplo concreto de cómo la inversión en capacitación técnica con enfoque de género genera retornos medibles, sostenibles y multiplicadores para la economía local.
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