La ceremonia de graduación, de este programa, se convirtió en un emotivo reconocimiento al esfuerzo y dedicación de los participantes en una iniciativa liderada por el Restaurante Gustu.
El restaurante Gustu, junto a la Fundación Coca-Cola, Fundación Gastronomía Social, Fundación Creamos Juntos, Fundación Alalay y Fundación Munasim Kullakita, celebró la graduación de 14 jóvenes que completaron la segunda edición del programa Boot Camps de Formación Básica en Servicio Gastronómico. Este transformador proyecto está diseñado para ofrecer oportunidades de capacitación práctica e intensiva a jóvenes en situación de vulnerabilidad social y facilitar su inserción laboral en rubro gastronómico.
En este ciclo, los participantes fueron seleccionados a través de las Fundaciones Alalay y Munasim Kullakita, organizaciones comprometidas con brindar acceso a formación y oportunidades para jóvenes en situación de vulnerabilidad. Al alcanzar la mayoría de edad, estos jóvenes enfrentan desafíos significativos, pues la necesidad de trabajar se vuelve urgente. Con tan solo un título de colegio, acceder al empleo formal es un reto, pero programas como este abren puertas al brindarles formación especializada y práctica, acercándolos al mercado laboral y permitiéndoles soñar con un futuro más estable.
“Estamos muy contentos de culminar una nueva edición del programa de formación en Servicio Gastronómico, una iniciativa orientada a transformar vidas y elevar los estándares de atención al cliente en el rubro gastronómico boliviano. Los Boot Camps no solo capacitan técnicamente a los jóvenes, sino que también fortalecen su desarrollo personal y profesional, creando una base de talento que contribuye a la industria gastronómica del país”, destacó Sumaya Prado, Gerente General del restaurante Gustu.
Tras la ceremonia, se llevó a cabo un almuerzo con la participación invitados especiales y representantes de instituciones y organismos de reconocida trayectoria por su trabajo social y su compromiso con el trabajo con sectores vulnerables de la población tanto a nivel nacional como internacional, así como las empresas que apoyan esta iniciativa. En el almuerzo, los jóvenes graduados demostraron sus habilidades en el servicio y atención en sala, evidenciando profesionalismo y excelencia, reflejo de la formación recibida.
Liderazgo y formación de calidad
El programa cuenta con el respaldo de un equipo altamente calificado de Gustu, encabezado por Gabriela Quispe, Jefa de Sala y Coordinadora General del programa; María Eugenia Apaza, Jefa de Sala y Coordinadora Docente; Luis Fernando Mamani, Asistente de Sala e Instructor; y David Callisaya, Mesero Senior e Instructor.
“Ha sido inspirador conocer la iniciativa de Gustu y formar parte de esta nueva edición del programa, que ofrece un modelo de empleabilidad diseñado para mejorar la situación laboral de los jóvenes en Bolivia. Este esfuerzo no sólo refuerza nuestro compromiso con la comunidad, sino que también responde a la creciente demanda de personal calificado en atención al cliente y servicio dentro del sector gastronómico, un área que acompañamos con nuestras bebidas. Para nosotros, es fundamental apoyar proyectos que impulsen un sector clave para la economía y el turismo del país”, señaló Roberto Magaña, Gerente General de Coca-Cola Bolivia.

Un enfoque integral de aprendizaje
El programa Boot Camps combina formación teórico-práctica mediante micro aprendizaje gamificado y una etapa práctica presencial, ofreciendo una experiencia de capacitación personalizada y de alta calidad.
Con una duración de 82 horas intensivas, el programa se desarrolló en un formato híbrido: el 16,6% del contenido se impartió de manera digital bajo la dirección de la Fundación Gastronomía Social, mientras que el 83,3% restante consistió en sesiones presenciales lideradas por el equipo de Gustu Gastronomía S.A.
Durante dos semanas de formación presencial, los participantes adquirieron competencias clave en servicio de sala y atención al cliente. Posteriormente, en la etapa práctica, aplicaron sus conocimientos en la sala de Gustu bajo la supervisión de instructores experimentados, consolidando así su preparación para desempeñarse con excelencia en el sector gastronómico.
Con esta iniciativa, Gustu y los Aliados por el Empoderamiento ratifican su compromiso con el desarrollo social y profesional de los jóvenes, contribuyendo al fortalecimiento del sector gastronómico como motor de crecimiento económico y cultural en Bolivia.

Testimonio de los Graduados:
Juan Abraham Aguayo Quispe
«Lo que parecía una tarea sencilla lleva un gran peso para nosotros. Recuerdo cuando comenzamos este programa: las tareas eran desafiantes, como si estuvieran diseñadas para probarnos en cada paso. Sin embargo, con el tiempo ocurrió algo maravilloso. A medida que practicábamos, nuestras habilidades crecían, y con ello, nuestra velocidad y desempeño mejoraban.
Gracias a nuestros profesores por su paciencia infinita, por compartir su conocimiento y demostrarnos que la pasión y la disciplina son los mejores ingredientes para nuestras vidas. Agradecemos también a nuestras familias, quienes apoyan a cada uno de nosotros y nos ayudan a enfrentar cualquier desafío. Y gracias, por supuesto, a cada persona que ha sido parte de este viaje. Nos despedimos con el corazón lleno de gratitud».
Nicole Ángela Romero Claros
«Es un honor y un privilegio estar aquí para expresar mi más profundo agradecimiento a todas las personas e instituciones que hicieron posible esta increíble experiencia. En primer lugar, desde lo más profundo de mi corazón, quiero agradecer a Dios. Su guía divina ha sido mi faro en este camino, iluminando cada paso y dándome la fuerza necesaria para superar todos los desafíos. Sin Su bendición, nada de esto hubiera sido posible.
Mi gratitud se extiende también al proyecto Gustu y a la Academia Ñam, una iniciativa que ha transformado mi vida y la de mis compañeras y compañeros. Estoy profundamente agradecida por la paciencia y el apoyo constante que recibí durante los cursos de capacitación.
Las clases de coctelería fueron mucho más que simples lecciones; fueron una inmersión en un mundo de sabor, técnica y creatividad que me apasionaron profundamente. De igual manera, la cata de café me abrió las puertas a un nuevo universo de aromas y matices. Aprendí a distinguir notas de chocolate, caramelo, frutos secos y flores en cada sorbo, lo que me permitió apreciar la complejidad y delicadeza de esta bebida. Además, la introducción a la cata de vinos amplió mi conocimiento sobre maridajes y la cultura enológica, enriqueciendo aún más mi experiencia.
Gracias por invertir tiempo y esfuerzo en nuestro crecimiento personal y profesional. Esta experiencia ha marcado un antes y un después en mi vida, y por ello, siempre estaré agradecida».
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