La nueva sucursal de la silpanchería tiene capacidad para unos 150 comensales, es más amplia e iluminada con relación a su casa matriz que está en el sector de Solterito, a los pies del cerro San Pedro, en Cochabamba.
La Silpanchería Orejas de Elefante, con casi medio siglo de tradición, abrió el viernes 3 de noviembre su nueva sucursal en la zona norte de la ciudad de Cochabamba, para una mejor atención a sus clientes.
Jhoselin Karen Pinto Colque, gerente propietaria de la silpanchería, dijo que la apertura de esta sucursal obedece a la necesidad de darle mayor comodidad a sus clientes en un ambiente amplio y de fácil acceso, como lo es la zona de Cala Cala.
“Nuestra sucursal principal se encuentra cerca del cerro San Pedro, donde está el Cristo de la Concordia, es un lugar un poco alejado y no hay mucho transporte, por eso es que hemos decidido abrir esta sucursal en una zona más céntrica a donde nuestro clientes podrán llegar con mayor facilidad y disfrutar de nuestro menú”, argumentó.
La nueva sucursal, que tiene capacidad para acoger a 150 comensales, cómodamente sentados, se encuentra ubicada en la avenida Libertador Simón Bolívar, acerca oeste, a media cuadra de la plaza de Cala Cala y frente a la unidad educativa Cala Cala.
Próximamente, la Silpanchería Orejas de Elefante abrirá una segunda sucursal en Quillacollo para que la población de ese municipio del valle bajo cochabambino pueda también disfrutar del delicioso menú que tiene el negocio, anunció Pinto.

Historia de la silpanchería
Hace 47 años empezó este emprendimiento de la mano de doña María Luisa Colque, quien, ante la difícil situación económica por la que atravesaba su familia, decidió preparar comida para vender, el principal plato del menú que ofertaba era el silpancho, el cual tuvo muy buena cogida por parte de los comensales.
La forma del silpancho no era el tradicional que se conoce (redondo), sino que se lo cambió por una figura ovalada y se lo servía en un plato de pescadera, esto llamó mucho la atención de los clientes, porque era algo novedoso en ese entonces.
En un principio María Luisa y su familia preparaban los silpanchos en una pequeña habitación, vendían entre uno a dos kilos, luego se trasladaron a un kiosco y, finalmente, abrieron su primer restaurante.

Hace unos 10 años, los propios clientes fueron los que le pusieron el nombre a la silpanchería por la forma y el tamaño que tenía la carne. “Hacían comentarios diciendo ‘este silpancho parece la oreja de un elefante’, es de esa manera que surge el nombre del negocio”, contó Jhoselin Pinto.
Durante la pandemia, el negocio repuntó gracias a un video que subió a las redes sociales un tiktoker (creador de contenido en la red social Tiktok). Una vez viralizado el video, las ventas se dispararon y recibían pedidos que eran despachos mediante el servicio de delivery.
La atención de la silpanchería es de lunes a lunes de 11.00 a 22.00.
El Silpancho se origina en la capital gastronómica del país Cochabamba. Su nombre proviene del quechua Silpanch’u, que describe esta carne muy bien aplanada y empanizada que suele acompañarse con arroz, papas doradas, una ensalada de tomates y cebollas picadas, huevo frito y el infaltable locoto. Según datos de PedidosYa el sillpancho se pide en toda Bolivia, pero su consumo se destaca sobre todo en las ciudades de Cochabamba, Tarija y Potosí, donde encabeza los listados de platos típicos y tradicionales bolivianos más pedidos.
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