El Hotel Aranjuez no es un hotel normal. Tiene jardines secretos, alberga a una variedad de pájaros que vuelan en libertad entre las ramas de sus árboles y ha hospedado a innumerables viajeros distinguidos.
Cuando abrió sus puertas en 1992, de la mano de sus fundadores, los esposos Jorge Jordán Ferrufino y Nancy Camacho, el Hotel Aranjuez jamás pensó que se iría a transformar en un patrimonio de la ciudad de Cochabamba.
En 2021 es un espacio no sólo dedicado a la hospedería, sino que alberga una innumerable cantidad de pájaros que visitan las fuentes de agua, escondidas en medio de la vegetación que luego de tres décadas, ha ido demarcando su rumbo en medio de los jardines.
El Hotel tiene 30 habitaciones para alojar hasta un máximo de 60 personas, en habitaciones que cuentan con todas las comodidades que se espera de un hotel con categoría de cuatro estrellas.
Pero te contamos sus tres secretos mejores guardados.
Secretos del Hotel Aranjuez
Estos son algunos de los secretos mejores guardados del hotel.
1) Jardines
Los espacios verdes son los protagonistas del Hotel Aranjuez. Hay un pequeño jardín al ingreso, donde son notorios dos árboles. Un ceibo (Erythrina crista-galli) o chillijchi que en invierno se llena de flores rojas y una higuera de la India. El chillijchi además de sus flores es un espacio vital para los picaflores. En la parte interna se encuentra una fuente de agua y una variedad de plantas ornamentales, entre ellas una azalea que florece en invierno. Dato curioso: las azaleas florecen al mismo tiempo, sin importar en qué parte del mundo estén.
Al interior del hotel están dos jardines laterales. Cada uno con una fuente de agua, donde se dan sus baños matinales picaflores y azulejos. Allí se puede tomar un café o bien un almuerzo. Al aire libre gozando del sonido del agua que cae a las fuentes.
El jardín posterior alberga a una Tipa (Tipuana tipu) de gran tamaño. Allí se puede avistar a halcones y aguiluchos que se posan en sus altas ramas. Además está la piscina, un bambú de gran tamaño, y otros árboles como uno de Níspero (Mespilus germánica), que da una fruta deliciosa, algo ácida y dulce.
Los jardines son el oasis del hotel y también de Cochabamba.
2) La construcción
Inicialmente el hotel fue una casa que perteneció a Beatriz Lavayén, quien invirtió en los mejores materiales para construirlo, y fue asesorada por un arquitecto italiano de apellido Perrán. La señora Lavayén, muy amiga de Simón I. Patiño, quiso construir su casa cerca al Palacio de Portales de donde obtuvo la inspiración para su edificación que tenía tendencia decorativa europea.
De acuerdo a los planos originales que fueron hallados por la familia Jordán Camacho, la casa tenía ocho habitaciones, paredes dobles, con medio metro de espesor y una torre con cuatro pisos, destinados a un salón de té, una biblioteca, un cuarto de bridge y un mirador para contemplar a la cordillera del Tunari.
La casa y sus jardines ocuparon todo el manzano que comprende las avenidas América y Potosí y las calles laterales José M. Torrico y Buenos Aires.
Los dueños se fueron de Bolivia en 1952 y dejaron abandonada la construcción por 30 años. Luego tanto el terreno como la casa fueron vendidos a la familia Jordán Camacho, que decidió convertirla en un hotel.
3) Los huéspedes ilustres
En 30 años muchas personas se alojaron en el Hotel Arajuez. Entre ellos destacan artistas, actores, figuras políticas y pintores.
Uno de ellos es el renombrado violinista Jaime Laredo, quien solía tomar su desayuno en uno de los jardines laterales. Laredo ha ganado varios premios como el Queen Elizabeth of Belgium Competition (1959), el Deutsche Schallplatten Prize y el Gramophone Award.
Estuvo hospedado todo el elenco de la película También la lluvia, dirigida por la directora española Icíar Bollaín y protagonizada por Luis Tosar, Gael García Bernal, Juan Carlos Aduviri, Karra Elejalde, Carlos Santos, Raúl Arévalo y Cassandra Ciangherotti.
Otros huéspedes que disfrutaron del hotel fueron Rigoberta Menchú, Hugo Chávez, el artista plástico Keiko Gonzáles, la diseñadora de modas Beatriz Canedo Patiño, embajadores de algunos países de la Comunidad Europea, entre otros.
Un plus adicional
Puedes ir a tomar un café que cuesta entre Bs 9 a Bs 15 bien sea en uno de los jardines o en la Whiskería Swing, donde te puede acompañar, si lo deseas, la música de tu preferencia que se proyecta en una pantalla gigante.
Mi sugerencia es que te pidas un capuccino y disfrutes, por ejemplo, del Concierto Nº 5, “Emperador” de Beethoven o un “Learn to Fly” de Pink Floyd.
Si lo que buscas es una sala de reuniones, usa el Salón Adela Zamudio, que no sólo tiene un retrato de esta gran poetisa, sino un manuscrito donde se lee en sus primeras líneas: “Allá en la edad feliz de la esperanza, cuando mis nobles, íntimos anhelos hallaban en el mundo indiferente sólo desdén grosero…”
Salón Adela Zamudio Manuscrito de Adela Zamudio
También puedes disfrutar de un delicioso almuerzo en el restaurante Los Espejos o tener una reunión a espacio semi abierto en el Salón Villa de Oropesa.
El Hotel Aranjuez tiene más secretos. La invitación queda hecha para que acudas y los encuentres.