Olor Fragante está en Cochabamba desde hace nueve años. Daniel Lino Jordán es su Gerente General y dice «hacemos marketing olfativo, bien hecho, a través de aromatizadores de diferente tipo».
Lino comienza relatando que le encanta todo lo que es el marketing y especialmente el marketing sensorial «pero muy poco se aplica en Bolivia porque no entienden el potencial de poder dar verdaderas experiencias sensoriales a los clientes».
Enfatiza que mientras más sensorial sea la experiencia el producto, éste se hace más memorable y eso ayuda a que se posicionen el producto o el servicio de mejor manera en la mente del cliente.
En diciembre Olor Fragante cumplirá nueve años. Su gerente propietario rememora que en ese momento se encontraba en un periodo de ver qué empresa crear, porque justo había salido de una sociedad y quería tener algo propio y en un viaje que tuve a Buenos Aires con su esposa vio que en los centros comerciales cada tienda tenía un aroma específico entonces comenzó a investigar, por internet, de qué se trata el marketing olfativo.
Y en ese mismo viaje buscó proveedores argentinos «traje cosas desde allá y así arrancó el proyecto, muy chiquitito, comenzamos en Cochabamba, ahora tenemos, además, oficinas en Santa Cruz y en La Paz. Sin embargo y aún después de nueve años sigue siendo una estrategia comercial o marketera muy poco utilizada. La gente lo confunde con el tema de aromatizar pero el marketing olfativo es algo muy distinto», subraya
Marketing olfativo de Olor Fragante, versus un aromatizante
La aromatización es algo muy básico, nosotros llamamos – dice Lino – aromatización básica a colocar aroma de limón, aroma de vainilla, aroma de canela, que son aromas planos, en una oficina. No digo que no funcione, pero no genera un impacto positivo, como lo puede hacer un aroma mejor producido.
Olor Fragante busca justamente generar una identidad o una asociación a la marca. La empresa aromatizó, pre pandemia, a los mejores hoteles de Bolivia: Marriott, Hampton, Radisson, Palacio de Sal en Uyuni y el Gran Hotel Cochabamba y ahí, los gerentes, siempre buscaban una sofisticación extra para generar una identidad olfativa, que al fin y al cabo es similar al logo visual, y se le llama el logo olfativo que eso permite que la empresa incluso en el largo plazo pueda desarrollar toda una línea de souvenirs que puedan permitir que la empresa, o al hotel, extender su presencia hasta el hogar del viajero.
Daniel Lino dice «pones o difusores aromáticos del aroma de la empresa que la persona puede llevarse como un regalo hasta la casa, todo genera una impresión de la marca mucho más sólida en el consumidor y en hoteles eso es muy importante porque, por ejemplo, cuando uno se aloja en el Marriott de Vancouver, en el de Orlando, o en el de Barcelona, o en el de Santa Cruz, todos se ven igual, huelen igual, suenan igual, la atención es igual; se genera una homogenización del servicio y de la experiencia, pero en Bolivia esto está en pañales y no lo ven como algo muy todavía no necesario.
Trabajo de Olor Fragante
Olor Fragante emplea dos tecnologías. Una tecnología que es la básica, la más común y más económica que se realiza por medio de dispensadores de olor digitales, que se programan y tienen una pulsación o emisión de olor, cada determinados minutos y es lo más adecuado para ciertos segmento del mercado.
Luego tiene una tecnología que nadie más tiene en el mercado, enfatiza su gerente, que son unos equipos nebulizadores, «ahí si llegamos a tener una un alcance mucho más profesional acerca de lo que es el marketing olfativo, porque se trabaja con perfumería fina, por ende las notas olfativas, las mezclas que se pueden lograr, o el aroma final, es mucho más próximo a aromas que se pueden reproducir.»
Veamos un pequeño ejemplo, expresa Lino, de manera exclusiva a VALOR AGREGADO. El aroma chocolate es importante para una chocolatería que realmente al momento de ingresar su cliente tenga la sensación placentera de la fragancia de chocolate, que no se da inicialmente en la tienda y con ese olor se genera el deseo de consumo en las personas.
O por ejemplo aroma de pipocas, que es un aroma muy difícil de lograr, pero con esta perfumería fina se alcanza.
¿Y cuál es el propósito de un aroma de pipocas? Pues que el precio promedio de un ticket de un cine aumente, para despertar el deseo de consumir pipocas aunque la persona ya esté dentro de la sala.
El marketing olfativo depende digamos el alcance que quiera tener cada empresa, según su presupuesto, según las estrategias y otros factores.
Recuerdo por ejemplo hace hace varios años me reuní con los de Nissan, ellos me pasaron su manual de marca y qué increíble la diferencia que aquí, en un manual de marca en Bolivia, nos limitamos a la parte visual, sólo visual, cómo va el logo, qué no hacer, qué no estirar, qué color utilizar, pero el manual de marca de Nissan decía inclusive a qué debería oler su sala, y ahí yo tenía los indicadores de las notas olfativas que tenía que tener notas de limón, notas de clavo de olor, notas de rosa, y diferentes notas de exactamente a lo que su sala debe oler.
«Es por eso que nosotros apostamos, como Olor Fragante, al marketing olfativo. Ofrecemos un paquete de Bs 90 al mes, donde nos encargamos de hacer la reposición de la fragancia, las pilas que tiene el dispensador y su mantenimiento», finaliza Daniel Lino.
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